sábado, 12 de noviembre de 2016

Caso práctico 1: Educación Primaria

Adrián es un niño tímido y con faltas de habilidades para relacionarse con sus compañeros, al inicio del curso los padres le escolarizan en sexto de Educación Primaria en un nuevo colegio a causa de un cambio de ubicación del negocio familiar. Esta situación incide en el carácter del niño que pierde la relación con su pequeño grupo de amigos del anterior colegio.

Ante estas circunstancias (niño tímido, separado de su entorno habitual, nuevos compañeros, características psicológicas por la edad), la familia en primer término y el centro en segundo lugar deberían haber puesto medidas para hacer mucho más llevadera la incorporación al centro “Proyecto de acogida o de adaptación”

En enero, los padres de Adrián se reúnen con la tutora de su hijo y le comunican que el niño se encuentra triste desde que volvió de vacaciones de Navidad, que por las mañanas tarde en vestirse y hace lo posible por retrasar su salida al colegio. Asimismo, comentan que esta situación comenzó durante las vacaciones de Navidad. Un día que Adrián estaba jugando con un helicóptero dirigido con Félix, un compañero del colegio que vive en la misma plaza, le pidió el mando, Adrián se lo dejó y Félix comenzó a manejar bruscamente el juguete hasta que terminó rompiéndose la hélice en la rama de un árbol. Adrián protestó y se quejó, pero Félix le dijo que había sido un accidente aéreo y que al ser Adrián el piloto, él era la víctima y ya no podía ir al colegio porque había muerto al estrellarse. En la entrevista, la tutora manifiesta a los padres que no encuentra en clase ningún comportamiento fuera de lo normal y que Adrián, al que considera tímido, está como siempre. También les comenta que aunque no ve que Adrián y Félix jueguen juntos, que no se preocupen, que no todos los niños participan en los mismos grupos de juegos y que el estado de ánimo de Adrián seguramente será porque tiene que entregar un trabajo y va con retraso.

Los padres de Adrián ya han detectado que a su hijo le está pasando algo. Me cuesta creer la actitud de su tutor, pues ¿quién conoce más al niño?, ¿quiénes notan primero los cambios de carácter, de humor, de motivación en sus hijos, que unos padres? ¡No es hora de cuestionar a unos padres! ¡Es hora de pasar a la acción!
El tutor es el responsable, oído a los padres, de actuar, intervenir y llevar a cabo  un seguimiento exhaustivo  según lo recogido en el plan de acción tutorial (PAT) y
 en el que todo el equipo educativo debería estar involucrado. Ah…, muy importante deberá poner en conocimiento de los hechos al equipo directivo, para que éste a su vez ponga en marcha todo el protocolo e informe a toda la comunidad educativa del hecho, comedor, monitores de extraescolares, acogida temprana., y estén al tanto.

La semana siguiente, Adrián tiene que ser atendido en el colegio porque recibe un golpe en el ojo con un balón cuando estaba mirando cómo sus compañeros de clase jugaban un partido de fútbol. El golpe es considerable y Adrián cuenta entre sollozos que Félix le ha lanzado el balón a la cara cuanto estaba cerca. El jefe de estudios le comenta a Adrián que no se queje, que lo que tenía que hacer es jugar al fútbol con sus compañeros y no quedarse mirando detrás de la portería, que si se ponía en ese lugar lo lógico es que recibiera un balonazo cuando intentaban meter gol .Ese mismo día, a la salida del colegio, Félix se cruza con Adrián y se lleva la mano al ojo mientras se ríe. Luego Gonzalo, amigo de Félix, da un golpe con la mano en el cuello a Adrián mientras le dice “cuidado con tu pelota” y Ana, amiga de Gonzalo, se burla de Adrián haciendo ver que llora. Al llegar a casa, Adrián cuenta el incidente a sus padres quienes al día siguiente van al colegio y se entrevistan con el jefe de estudios. En la conversación, éste no da ninguna importancia a lo sucedido y le dice que en los juegos suceden estas cosas y que las burlas son cosas de niños, que a esa edad lo hacen sin malicia y forjan el carácter. Los padres le recuerdan que Adrián no estaba jugando que, de hecho, nunca juega porque no le seleccionan para los equipos que los compañeros forman en los recreos, a lo que el jefe de estudios contesta que lo que tiene que hacer Adrián es hacerse amigos en el colegio. Además, les comenta que ellos como padres tienen que fomentar que su hijo se relacione con sus compañeros tanto dentro como fuera del centro.  Tras la entrevista con los padres, el jefe de estudios le comenta a la tutora que haga algo  para que los padres de Adrián dejen de protestar, que ya han ido dos veces en poco tiempo y que vigile lo que pasa con él.

Me cuesta reflexionar sobre lo leído en este apartado, ¿existen de verdad profesionales de esta catadura?, me estoy refiriendo al jefe de estudios, en la realidad no creo que existan dichos especímenes o si existen espero que sea pocos y sustituibles en dichos cargos.
A esta altura del caso, o el tutor no ha hecho su trabajo o es el jefe de estudios el que ha hecho oídos sordos, produciéndose una dejación de sus funciones, que están recogidas y tipificadas en el PEC, Plan de convivencia, PAT y las disciplinarias en el RRI.
En los sucesos acaecidos ya se detecta “acoso escolar” pues se constata reiteración en el tiempo, intencionalidad de hacer daño y desequilibrio de fuerzas entre los agresores y el agredido.

Al día siguiente, la tutora les dice a todos los alumnos que los padres de Adrián se han quejado de que no juega al fútbol, así que siempre que haya fútbol Adrián formará parte de un equipo, que le traten bien porque ella va a vigilar que sea así y les recuerda que en los equipos tienen que haber chicos y chicas. El lunes siguiente durante el recreo, Adrián juega en uno de los equipos. Cuando comienza el partido, Gonzalo le dice “ponte ahí que tu puesto es el de medio estorbo”. Al poco tiempo, Adrián deja de jugar cuando Irene le pone una zancadilla sin que llevara el balón. Al caerse sufre un golpe en la rodilla y se queja de dolor que, al mismo tiempo, sangra un poco. Algunos alumnos que estaban jugando se ríen y Félix le dice “habrá que sustituirte por inútil”. Otros alumnos cuando Adrián se va le dicen en voz baja que lo sienten y que Félix, Gonzalo e Irene son muy brutos. Cuando Adrián cuenta a sus padres lo que ha pasado piden urgentemente cita a la directora.

¡Qué actuación más errada la del tutor! Poner en conocimiento del alumnado de esa forma lo que está sufriendo Adrián, y obligando a sus agresores a acogerlo  de forma imperativa, pues según ella los padres se han quejado de que no juega al fútbol; fomentando con su intervención, aún más la mofa y el escarnio de sus iguales.

Las medidas educativas y/o disciplinarias correctas deberían pasar, entre otras por:
 -  Llevarse un seguimiento de los incidentes ocurridos.
 -  Establecer entrevistas con los padres, tanto de la víctima como de los acosadores.
 -  Entrevistas con los implicados en los hechos, así como con los posibles testigos de lo acaecido.
 -  Proteger a la víctima con la ayuda de compañeros mediadores que sean capaces de neutralizar situaciones inadecuadas. O también, proporcionándole a Adrián la posibilidad de tener un adulto (profesor del centro) al que por afinidad él pueda acudir para solicitar ayuda o consejo.
 -  Consultar con el orientador del centro, para que guíe al tutor en su actuación a nivel de aula, con actividades grupales para trabajar la empatía, el respeto y el trabajo colaborativo, así como las habilidades sociales.
 -  Profundizar en el conocimiento de las motivaciones que llevan a los acosadores a actuar como lo hacen: situación familiar, autoestima, deficiencias emocionales o carencias que les llevan a comportarse de esa forma con un semejante; para así determinar qué tipo de ayuda podría prestársele. ¡LAS FAMILIAS esa influencia vital para cualquier niño, modelos de los que se nutren nuestro alumnado!


                                                                                     El sándwich de Mariana. Cortometraje Carlos Cuarón

Hay muchas más medidas que se tendrán que ponerse en práctica según se vayan desarrollando los acontecimientos: actitud de los padres, tanto de la víctima como de los acosadores, su nivel de comprensión, asunción de medidas para solventar el mal producido; o por el contrario si su actitud es de negación de los mismos y no se llegan a acuerdos relevantes.


En cuanto al comportamiento del alumnado éste se da en cualquier clase. Es frecuente los  niños líderes, los niños seguidores, los niños espectadores pasivos…
Los niños  son niños, se comportan según sus vivencias familiares, sociales; por tanto se deben cuidar esos modelos e ir encauzando
sus comportamientos y capacitándolos emocionalmente, y ayudándolos a ser personas más sanas, capaces de hacer frente por sí solas a sus problemas (es decir, más autónomas) y de analizar los sucesos de su vida.

jueves, 10 de noviembre de 2016

Reflexión sobre convivencia escolar

Vivir CON plenitud es conseguir experimentar una felicidad duradera disfrutando la vida sin importar las circunstancias. Porque el gozo viene de tu corazón, "conociéndote a tí mismo", controlando tus emociones en cualquier escenario, alcanzando la suficiente madurez y autodominio para sentir que tu vida está completa.

Es vital abrir el pensamiento a la diversidad y percibir las diferencias como algo maravilloso de lo que podernos nutrir, aprender, crecer y desarrollarnos como SERES HUMANOS plenos.



De ahí la necesidad e importancia de trabajar la inteligencia emocional desde una temprana edad, para así formar personas que manejen sus emociones de forma saludable, con más tolerancia a la frustración, teniendo relaciones más sanas con su entorno y siendo, como no, más felices y por ende haciendo felices a los que nos rodean.